Por que son necesarias las conspiranoias

Ahora que hemos creado una categoría especial para las conspiranoias cabe preguntarse: ¿sirven para algo?

Personalmente creo que, independientemente de la verdad o mentira que haya detrás de estas teorías, sí sirven para algo.

Lo que voy a tratar de razonar a continuación.

El caso es que decidimos crear esta nueva categoría porque es evidente que existen sitios dedicados a profundizar en las teorías de la conspiración. Particularmente en una especie de élite o illuminati dispuestos a establecer un nuevo orden mundial según un plan alevosamente trazado.

Estos planes se van cumpliendo con cada uno de los pequeños y grandes movimientos mundiales, sociales y económicos tales como la difusión mundial de vacunas, el cambio climático, terremotos, Unión Europea, gobiernos, etc...

Hace unos días me llamó especialmente la atención las conocidas y extravagantes intervenciones del eurodiputado Nigel Farage. Un ejemplo:



Y aquí un artículo haciendo una semblanza del elemento: Una noche con Nigel Farage, 'el hombre más odiado' de la Eurocámara

Destaco a este señor por dos razones:

- No se trata de un terrorista ni hace apología de la violencia. Sus formas pueden ser discutibles pero, afortunadamente, frente a los descalificativos queda la opción de que el descalificado se sienta ofendido o no.

- Es una de las cabezas visibles de la conspiranoia política y económica que ha sido votada por una buena cantidad de ciudadanos y ciudadanas del Reino Unido.

Lo que me lleva, finalmente, al asunto con el que comienzo este artículo.

Las conspiranoias son necesarias porque son opiniones. Y cualquiera que aspire verdaderamente a vivir en un mundo libre debe estar dispuesto a respetar todas las opiniones (exceptuando, claro está, aquellas que atenten directa y flagrantemente contra la dignidad humana).

Aún más, todas las opiniones deben ser respetadas porque todos tenemos derecho a conocer lo que piensan los demás.

Y todos tenemos derecho a una educación en la que se nos enseñe a formar nuestras propias opiniones mediante el saludable ejercicio de comparar lo que otros dicen y saber discernir lo que nos puede ser interesante y lo que no.

Y, finalmente, deberíamos recibir una educación en la que no se nos transmita el miedo a dudar. La duda es una gran cosa. La duda es la base de toda la ciencia y el conocimiento. Es bueno dudar porque cuando alguien ha despejado todas las dudas o es un sabio de una altura inconcebible o es un fanático aprendiz de dictador.

Damos demasiadas cosas por supuestas y las conspiranoias contribuyen a mantener un equilibrio en todo el sistema.

Ya se que mucha gente gusta de estas teorías de la conspiración y las acoge como si fueran verdades irrefutables. Pero éste es precisamente el defecto que nos deja en herencia una educación que nos enseña qué es lo que hay que pensar en vez de enseñarnos a pensar por nosotros mismos.

¿Qué problema hay en dudar? Si la mayoría de las opiniones que nos formamos son un mero mecanismo de imitación. Las gentes votamos por simpatías y por etereos vínculos emocionales (lo saben muy bien los especialistas en márketing y asesores de imagen).

La mayoría de los ciudadanos y ciudadanas no tenemos ni la más remota idea de lo que nos afecta directamente. Por ejemplo:

- ¿Cuáles son las ventajas de una Unión Europea?

- ¿Por qué es beneficioso para nosotros tener una moneda única?... En realidad la mayoría hemos experimentado una merma tremenda de nuestro poder adquisitivo pero eso no parece que nos haya llevado a cuestionarnos las ventajas o desventajas del rumbo político de europa.

Aún más, las conspiranoias nos pueden ayudar (por su extremismo teórico) a enfrentarnos con conceptos mentales que no terminamos de revisar:

- ¿Los políticos buscan sistemáticamente el bien común?

- ¿El objetivo de los partidos políticos es mejorar la vida de la gente?

- ¿La Unión Europea es algo bueno para todo el mundo?

- ¿Las grandes empresas y multinacionales nunca harían nada que supusiese un perjuicio para la humanidad?

- ¿Los jueces están libres de todas las miserias que adornan al resto de la humanidad?

- ¿Es el ser humano bueno por naturaleza?

La mayor parte de las personas tenemos el anhelo de "ser millonarios". Por eso se vende tanta lotería. Pero afirmamos que no robaríamos nunca lo cual es cuestionable puesto que lo que en realidad prima es el miedo a ser descubiertos o sufrir consecuencias negativas.

Sin embargo, cuanto más cuota de poder manejamos más medios tenemos de hacer chanchullos y tejemanejes para obtener ciertos beneficios que, en nuestro fuero interno a lo mejor consideramos legítimos.

¿Un político es diferente a cualquier otro ciudadano en cuanto a su interés por vivir bien u obtener los mayores beneficios posibles para su persona y familia?

La libertad de expresión (lo primero que se intenta manipular cuando se pretende manejar los hilos del poder en una dirección) es la única garantía que tenemos de que los poderes fácticos no tengan vía libre a cualquier ocurrencia particular llevada a efecto por cualquier medio.

Y esa es la grandeza que ofrece Internet. El acceso a todo tipo de opiniones y creencias. Lo cual, para muchos, es algo molesto. Pero no para los que aspiran a un mundo con mayor cultura y libertad.

Así que las conspiranoias, como opinión o creencia, debieran ser tan respetables como cualquier otra corriente de pensamiento dentro de los límites de lo humano. Forman parte del amplio abanico de la libertad de expresión. Y ayudan a crear puntos de apoyo para que la razón encuentre su equilibrio.

Espero haber expresado correctamente las lineas de mi pensamiento.

ADDENDA:

¿Videos conspiranoicos? Unos cuantos.

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